270 centros imparten alrededor de 870 ciclos en dual
Un total de 270 centros educativos imparten alrededor de 870 Ciclos Formativos de Grado Superior (CFGS) en alternancia dual, una modalidad que permite a los estudiantes compaginar sus aprendizajes en el centro con una estancia de prácticas remuneradas en la empresa.
Informática y comunicaciones sigue siendo la familia profesional donde hay más ciclos de FP dual, seguida de las de Servicios socioculturales y a la comunidad, Administración y gestión, Comercio y márketing y Electricidad y electrónica. 101 ciudades catalanas ofrecen CFGS en esta modalidad.
En el mapa se pueden localizar los centros que imparten CFGS en dual y en este enlace, todos los ciclos. También se puede consultar la Inserción laboral de los estudios en dual en las fichas de los ciclos.
¿Qué se puede cursar y dónde?
El curso 2024-2025 los ciclos con más oferta dual serán Administración y finanzas (se impartirá en 91 centros); Educación infantil (61 centros); Desarrollo de aplicaciones web (42), Integración social (40), Desarrollo de aplicaciones multiplataforma (38), Automatización y robótica industrial (33) y Márketing y publicidad (32 centros).
De las 101 ciudades que programan ciclos superiores en dual, en Barcelona hay una oferta de 217; en Tarragona, de 41; en L'Hospitalet de Llobregat, de 33; en Terrassa, de 31; en Lleida, de 25 y en Manresa y Sabadell, de 24. Girona oferta 21 ciclos en esta modalidad; Granollers, 20; Mataró y Vic, 19; Reus, 18, y Olot y Tortosa, 16.
¿Qué es la FP dual?
El rasgo más relevante de la FP dual, un proyecto inspirado en el modelo alemán que también han puesto en práctica otros países europeos, es que el alumno combina la formación que recibe en su centro educativo con un periodo de formación remunerado en una empresa, que se formaliza a través de un contrato laboral o una beca.
El periodo de permanencia en la empresa computa como lectivo, formando parte del número de horas de las que consta el ciclo.
La idea es que las empresas puedan formar futuros profesionales a medida de sus necesidades, recuperando así la figura del aprendiz, y que los estudiantes, además de recibir una retribución mientras se forman en la empresa a cambio de su contribución productiva, acaben trabajando en ella.